Los últimos rumores sobre Chávez

Autor: Eleazar Díaz Rangel

Comencemos este domingo con algo distinto; escribe Iván Abreu Sojo, en su documentado libro Los rumores en Venezuela, que G. Allport y Leo Postman "señalaron dos condiciones necesarias para que un rumor tome cuerpo y circule en el medio social: el tema del rumor debe revestir cierta importancia para el transmisor y para el escucha y los hechos deben estar revestidos de cierto carácter ambiguo, inducido por la ausencia o escasez de informaciones, la naturaleza contradictoria de los hechos, la desconfianza o por tensiones emocionales".

En las recientes oleadas de rumores sobre la enfermedad de Chávez, se han cumplido esos elementos a los que se refieren los mencionados autores; pero debemos añadir uno, que no existía en la época de sus respectivos estudios: las redes sociales, que sustituyen la comunicación personal y los expanden con mayor rapidez y eficiencia y otros, como la intencionalidad política y el origen del rumor.

Algunos de esos rumores no tenían base alguna, como el que Chávez había sido hospitalizado de emergencia en el Hospital Militar, que fue inmediatamente desmentido por el propio Presidente y el rumor se esfumo. El otro, más reciente, de origen conocido, que había sido trasladado de urgencia a La Habana y que su cáncer había hecho metástasis; no pudo ser desmentido por ningún funcionario, hasta la amplia explicación de Chávez en Barinas, donde informó del viaje a Cuba y los resultados de los minuciosos exámenes, que descartaban la metástasis, y el anuncio de su regreso en los próximos días para una intervención quirúrgica pudo detener la oleada.

Pero con una circunstancia: aunque la mayoría del país creyó en la palabra presidencial, como en el origen del rumor había una intencionalidad política, hubo quienes dudaron de la versión oficial y prefirieron creer en lo que, conscientemente o no, querían que fuera verdad.

¿Por qué en esta ocasión subsistieron las dudas que no hubo en el primer desmentido? Porque el rumor tenía algunos elementos veraces, como el viaje a La Habana y el examen médico que le hicieron.

El Presidente ha sido categórico en ordenarle a su gabinete "picarle adelante a los rumores" y advirtió con toda razón que "hay laboratorios al acecho". La mejor manera de picar adelante es con la información oportuna y veraz. Por ejemplo, haber anunciado su viaje a La Habana con el propósito de una evaluación o chequeo médico habría evitado cualquier especulación que circulara como rumor y generara la incertidumbre y zozobra que hubo en esos días de Carnaval. Dijo que le anunciarán al país todo sobre su salud, y que "... daremos información veraz en el momento oportuno", que por supuesto, en ningún caso será para desmentir rumores de ese tipo, que han podido originarse en alguna filtración de información.

De lo que debemos estar seguros es que en los meses que faltan hasta octubre, nos encontraremos con situaciones similares. La enfermedad del presidente Chávez será utilizada por diversas vías en la campaña electoral, para tratar de debilitarla y hacerles creer a venezolanos ingenuos e indefinidos, y a quienes realmente desean creerlo, que no podrá gobernar. Será una constante en la campaña electoral, tanto en la sucia como en la "blanca".

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